A Mariela (38) hacía tiempo que la idea no la dejaba en paz, especialmente porque su novio había hecho cumbre en el Aconcagua unos años atrás. En en el invierno de 2008 ya no le quedaban motivos para seguir postergando su sueño. Ya estaba entrenando y para colmo su novio la alentaba a emprender al desafío. A Mariela le costó llegar, pero el 13 de febrero de 2009 pisó la cumbre más alta del hemisferio Sur. En esa intensa experiencia de vida le quedó claro que sus propios límites estaban bastante más allá de lo que ella pensaba. Jorge (44) tenía un sueño recurrente, pero dudaba porque no tenía experiencia previa en montañismo, hasta que decidió intentar el Aconcagua allá por junio de 2010 preparándose a conciencia. Un día se puso las zapatillas para correr por Palermo como usualmente hacía, pero esa vez ya lo hizo con un objetivo trascendental que lo traccionaría hasta la mismísima cumbre más alta de occidente. El 24 de enero de 2011 Jorge se sacó su foto de rigor al lado de la cruz en la cumbre de Aconcagua. Había alcanzado su primer cumbre, nada más y nada menos que el Aconcagua. Eugenio (47) lo estuvo planeando durante todo el 2009, ya tenía experiencia en media montaña allá en el sur por Bariloche y alrededores. Pero esta vez la cumbre que intentaría está casi a 7.000 metros de altura. Como en todo proyecto surgieron imprevistos, situaciones no esperadas que complican la realización del plan. Eugenio se quedó sin su guía de montaña porque no trabajaría en Aconcagua esa temporada. Pero así como la imprevisión lo alejó del objetivo también lo volvió a acercar. Se enteró que 2 amigos de su grupo scout de la adolescencia subirían y estaban entrenando. Eugenio se sumó al grupo sin
A Mariela (38) hacía tiempo que la idea no la dejaba en paz, especialmente porque su novio había hecho cumbre en el Aconcagua unos años atrás. En en el invierno de 2008 ya no le quedaban motivos para seguir postergando su sueño. Ya estaba entrenando y para colmo su novio la alentaba a emprender al